Sé que debes haber oído de estas estadísticas. Estudios reflejan que las mujeres se abstienen de solicitar un trabajo a menos que crean estar 100% calificadas para el mismo. Lo increíble es que muchas llevan realizando el trabajo por muchos años, de manera excelente, y en ocasiones sin el título ni el salario que conlleva.
Seamos honestas. Dudamos. Pensamos que no podemos hacerlo, que siempre habrá alguien mejor calificado, y por temor al fracaso ni siquiera lo intentamos.
Cuándo me gradué de Ciencias de cómputos me pregunté, ¿Cómo logré todo esto? Cuando comencé a trabajar como “software developer” cada día me preguntaba, ¿cómo llegué hasta aquí?
Si me hubiesen explicado mi profesión, las clases de cálculo, ciencias y lógica que suponía jamás lo hubiese intentado. Porque siempre tuve la idea de no ser buena para las ciencias. ¿De dónde rayos provino esa idea? No tiene sentido cuando siempre había tenido excelentes calificaciones.
Por años me respondí, ¡Ah claro! tu no tenías idea en lo que te estabas metiendo. Tu no sabias lo que implicaba estudiar ciencias de computadoras y el nivel de dificultad que suponía.
¿Pues sabes qué? Recién descubro lo siguiente. No tuvo que ver con suerte, ni tampoco con ignorancia. Tuvo que ver con aptitudes, actitudes y perseverancia. Estaba capacitada para hacerlo, quería hacerlo, estaba comprometida con hacerlo y lo hice.
¡Si chica!, no es por suerte que comenzaste un negocio, y luego que no funciono seguiste con más bríos para el próximo. No es por suerte que estudiaste esa profesión y actualmente estas dirigiendo tu equipo, tu departamento o toda la compañía. No es porque los planetas se alienaron y a ti te toco triunfar ese día.
No tiene que ver con suerte, ni con planetas ni con cosas místicas.
Tiene que ver con que tienes metas, y más allá de eso te arriesgas por ellas, pero aún mas allá de eso no te amilanan los fracasos, y aun cuando puedes estar llena de miedo lo sigues intentando cuantas veces sea necesario.
Esto tiene que ver contigo, del material con el cual estas hecha. De todo lo que sembraron en ti, cosas positivas o algunas negativas, pero todas ellas convergen en lo que tú eres hoy.
Es muy probable que al igual que yo, en muchas ocasiones, eres tú crítico más duro. Eres la primera en ver tus errores, y eres propensa a no disfrutar tus logros simplemente por estar enfocada en lo mas mínino que no salió como habías anticipado.
Si es así, Aquí te dejo 3 razones por las cuales celebrarte cada día. Después de todo, esto tiene que ver contigo.
1. Eres una luchadora. Hoy piensa en todo lo que has hecho, lo que has logrado, los obstáculos que han venido y sea como sea, están superados.¡Apláudete! ¡Celébrate!
2. Tienes todo lo que necesitas dentro de ti. Esto tiene que ver con lo mucho que has trabajado, con tus capacidades, con tus fortalezas y debilidades, y con la confianza que tienes en ti. ¡No seas tan dura contigo misma! ¡No seas tan dura contigo misma! Repítelo hasta que te lo creas.Tú tienes todo lo que necesitas para lograr tu propósito y por eso has logrado llegar hasta aquí.
3. Has decidido por ti y por lo que te apasiona, primero. El decidir por nosotros primero, debería ser lo natural, lo cotidiano, pero no lo es. Así que un día descubres que se necesita mucho VALOR. Sí, valor para elegir lo que te hace feliz y deja ir lo que te impide lograrlo. ¡Que no se diga más!, Eres una brava, NO.TE.CONFUNDAS.
Incluye como parte de tu rutina el Celebrarte. Te ayudará a visualizar cuán cerca estas de tu meta, y tu ser interior se llenará de energía y confianza.